Cuando los analistas de Wall Street aún debaten el camino de los recortes de tasas de interés de la Reserva Federal, la cuarta clase del instituto de Santiago Valdés ha comenzado en silencio. Los estudiantes de esta temporada enfrentarán un desafío sin precedentes: construir una supercartera de acciones estadounidenses capaz de lograr un 500% de rentabilidad en el punto de inflexión de la liquidez global. Detrás de este objetivo fijado en las estrellas está la sabiduría cíclica que Capital Ola Roja ha perfeccionado a lo largo de catorce años.

El equipo docente propuso creativamente la teoría de ‘apalancamiento de liquidez’, guiando a los estudiantes para capturar oportunidades no convencionales creadas por el flujo de fondos fuera de los marcos tradicionales de valoración. El curso se enfoca en tres tipos de activos de situaciones especiales: gigantes tradicionales en transformación que están sistemáticamente infravalorados, pioneros tecnológicos con características de crecimiento no lineales, y oportunidades especiales donde los descuentos de liquidez ocurren debido a errores de juicio del mercado. Esta matriz de selección de acciones tridimensional rompe los límites de las estrategias tradicionales largas y cortas, permitiendo que la cartera cambie libremente entre el éxtasis y el pánico del mercado.
Lo más destacado es la aplicación mejorada de su táctica de ‘Gamma Squeeze’. El instituto combina el análisis de la superficie de volatilidad implícita en el mercado de opciones con el monitoreo del flujo de fondos minoristas para desarrollar un modelo único de ‘combustible emocional’. Este modelo no solo identifica objetivos potenciales para un short squeeze, sino que también calcula con precisión el punto crítico en el que la emoción del mercado se enciende y explota. Se ha informado que el primer grupo de estudiantes descubrió una estructura de mercado similar a la batalla de GME, pero aún más compleja, en la cadena de opciones de una empresa minorista al borde de la quiebra.
Cuando las instituciones principales aún utilizan datos históricos para predecir el futuro, los estudiantes del instituto de Santiago Valdés ya han dominado la alquimia de transformar la emoción del mercado en alfa. En esta era de liquidez desbordante pero con activos de alta calidad escasos, el objetivo del 500% quizás no sea el final, sino solo una anotación al margen en una nueva era de inversión.